INICIA SESIÓN CON TU CUENTA

¿HAS PERDIDO TU CONTRASEÑA?

¿HAS PERDIDO TUS DETALLES?

¡UN MOMENTO, YA ME ACUERDO!

Juaritos Literario

  • LOGIN
  • Inicio
  • Proyecto
  • ¿Quiénes somos?
  • Participa
  • Rutas
    • Aquí a la vuelta… de página
    • Callejones en proscenios
  • Noticias
  • Producción
    • Taller Boreal
    • Artículos
    • Conferencias
  • Odonimus
  • Inicio
  • Av. Tecnológico
  • Archivo de categoría"Av. Tecnológico"
23 abril, 2021

Category: Av. Tecnológico

Otro Moloch norteño

miércoles, 15 mayo 2019 por juaritosliterario

La primera novela del escritor chihuahuense, Daniel Espartaco Sánchez, nos habla de una generación que creció, ansió y experimentó durante los años 90 para fracasar con estrépito en la siguiente década. Autos usados apareció a finales del 2012, al cuidado de Random House Mondadori, cuando el autor ya gozaba de cierta fama a nivel nacional. El texto se estructura en cuatro capítulos de diferente extensión, así como de desigual interés e incluso calidad, siendo las dos primeras partes las que guardan el meollo del asunto. Elías, un joven de 16 años, anhela adquirir un auto de segunda mano, símbolo de bienestar, insignia móvil de prestigio frente a amigos y señoritas. Ante preguntas trascendentales –“¿Qué quería hacer con mi vida?”– en una época en donde todo luce tan visceral, la respuesta no se presta a cavilación: “Para comenzar, nunca más caminar de noche a lo largo de la avenida Tecnológico”; él se refiere a Chihuahua capital, pero la aspiración también aplica para la metrópoli juarense: “comprar uno de aquellos automóviles norteamericanos que pasaban la frontera de manera ilegal y se vendían en el bazar debajo del puente de la avenida Vallarta”, como se hace en la Curva de los Aztecas, ahí por el Hoyo. “Autos de lujo, algunos fabricados antes de la crisis de los combustibles, fruto de una civilización que había conquistado el mundo gracias al tamaño de sus vehículos; autos que llegaron a vendernos un sueño americano reciclado y más barato”.

177 Espartaco Autos usados.jpg

Lee aquí la novela

Rescato el estilo fluido de la prosa de Espartaco, ya que aporta un tono íntimo, familiar, casi confesional. A pesar de que el espacio central de la novela no es Juárez, por lo que quedaba fuera de los objetivos de este blog, seguí leyendo. Comparto con el autor referentes y visiones de aquellos quienes disfrutaron su adolescencia en los 90’s. A través del protagonismo de Elías, recordé el idealismo de las primeras citas, la conflictiva interacción con los padres y las tragedias efímeras compartidas con los amigos. Aunque en lo particular, jamás me interesó conducir un auto, como sí lo hace el protagonista con su Ford Fairmont 1980, las voces que habitan las páginas de la novela nos hablan de una juventud con aspiraciones inmediatas –un viaje a Amarillo, Texas, por ejemplo–, de una generación que se ve amedrentada por un contexto social cambiante. Con todo, Elías se abstrae y se vuelve uno con el paisaje: “Camiones, procesión interminable que llegaba desde el norte, de lugares como Nebraska, Dakota del Norte, Colorado. Extendida sobre el valle, la ciudad era un embalse de luces heladas al pie de las minas de cal en la serranía del oriente, donde se trabajaba a todas horas y cuyas sirenas me gustaba escuchar por las noches, cuando no tenía sueño, junto con el tren que pasaba a la una y media de la madrugada en un lamento prolongado, como el de un bisonte, un animal fantástico”.

177 Carretera abandono.jpg

El contraste entre décadas aludido al inicio, 1990 vs 2000, se refuerza con las coordenadas espaciales principales: norte y centro del país, polos de acción y de contraste para un personaje que abandona el terruño para probar fortuna como narrador en la capital del país, “gracias a una beca del Centro Mexicano de Escritores. Cada miércoles seis jóvenes promesas de la literatura mexicana nos sentábamos a la mesa donde estuvieron Rulfo, Arreola, Fuentes, todos los héroes de la literatura que nos dieron patria”. En este punto, la novela de crecimiento amplía su horizonte; lo que gana en geografía, lo pierde en cercanía respecto al lector. Las vivencias dejan de ser particulares; el mismo título del tercer capítulo, “Hombre que cae”, alude a la tragedia de las Torres Gemelas que el mundo vio por televisión. Un matrimonio fallido y las anécdotas de un comunista en una lejana tercera persona son el signo de la adultez de Elías, que sirve en la narración como el preámbulo de la vuelta a Chihuahua.

177 Sicarios disparo

«Moloch”, la última parte del libro, la de menor extensión y la más desconectada de la historia debido al registro tangencial que aporta la visión del protagonista, cede la premisa original de la novela ante la tendencia a ubicar a la bestia, signada con el 666, en territorios septentrionales. No cuestiono el poder avasallador de la violencia. La intimidad de la historia de Elías –convertido ahora en testigo–, se extiende hacia un panorama colectivo donde el país entero sufre la escalada del narcotráfico. Los daños colaterales calan en varios niveles: desde el miedo que provoca atravesar el norte por carretera, hasta el relato sobre los levantones perpetrados por el crimen organizado. La alusión a Ciudad Juárez, aunque intrascendente en la narración, no podía faltar. Rosalinda, antigua novia de Elías, reaparece en la central de autobuses de Chihuahua para ponerlo al día respecto a su tragedia familiar, enfatizando el encuentro que sostuvo cara a cara con un sicario profesional, encarnación del mal que sugiere el sentido bíblico con el que cierra la novela de Daniel Espartaco. “Las armas podían hablar en el lenguaje de la violencia y el poder, pero en la actitud del hombre había algo más escalofriante”.

Urani Montiel

narrativasiglo XXI
Leer más
  • Publicado en Av. Tecnológico, carro, Narcotráfico, Viaje
No Comments

Todo el mundo vende miedo, queridito

jueves, 02 mayo 2019 por juaritosliterario

La imagen urbana de Ciudad Juárez que porta Willivaldo Delgadillo, novelista, ensayista y traductor nacido en Los Ángeles en 1960, se filtra a través de su escritura para verse plasmada en el ambiente fronterizo que circunda a los personajes de Garabato. La novela, publicada por la editorial Samsara en el 2014, se divide en cuatro partes en las que acompañamos la lectura y experiencia de Basilio Muñoz en un congreso literario en Berlín. A dicho evento, él asiste a nombre de Billy Garabato, autor de una trilogía de novelas cortas que, según la trama del libro, gozan de considerable fama. Una de ellas, “Sicario en El Jardín de Pulpo”, se ubica hacia el final de Garabato. En esta historia, Goyo, el protagonista, en medio de sus faenas cotidianas en la menudearía Domingo Siete, establecimiento aledaño al famoso Puente Rotario, ve las noticias y presencia las reacciones de la gente ante la aparición de un hombre decapitado y colgado en esa misma estructura, uno de los cruces con mayor congestión automovilística y peatonal en la ciudad. Después del impactante suceso, así como de otros más que ponen en riesgo al restaurante, por lo que Goyo es despedido, comienza una nueva peripecia en la vida de este personaje, quien deambula buscando sustento en una frontera cercada por el miedo.

175 Willi presentación.jpg

Lee aquí Sicario en El Jardín de Pulpo

El Puente Rotario, mejor conocido por todos los juarenses como el Puente al revés, guarda en dicho apelativo la planificación y trazado de la propia ciudad. El flujo vehicular en torno al entronque de la avenida La Raza con el boulevard Gómez Morín y su cruce con la avenida Tecnológico pone en tela de juicio la aparición repentina, y sin testigos, de narco-mantas y del cadáver de Sergio Arturo Rentería Robles. ¡Ya ni hablar de la altura del puente! El cuerpo colgado de este joven de 23 años, visto primero por “quienes llegaron temprano a esperar el autobús en la esquina”, en noviembre de 2008, le sirvió a Willivaldo Delgadillo para delinear un punto de fuga desde la mirada de aquel que observa expectante. El testimonio documental relatado desde la perspectiva de un trabajador común y de a pie promueve la identificación de quien lee con Goyo o con aquellos que ven el deceso a través de la televisión, con la muerte justo a sus espaldas: “prenda la tele cuñado, a ver si lo están pasando en vivo”. La fatal noticia sirve apenas de punto de partida para que la historia se adentre en los pormenores de la encrucijada que atraviesa a un Juárez supuestamente ficticio, dejando entrever –a manera de radiografía– los entresijos de la violencia a nivel de ciudadanía.

175 Puente rotario debajo.jpg

La empatía recién mencionada, así como otras emociones y memorias, se incrementan si el lector de “Sicario en el Jardín del Pulpo” tiene su domicilio en Ciudad Juárez. Las olas de violencia que azotan a esta frontera cada tanto, además de provocar miedo y caos, nos advierten, como pregona uno de los patrones de Goyo, que “el miedo también es un negocio”, y que lo monetizan no solo los criminales sino también gobernadores, presidentes y alcaldes, quienes siempre intentan conseguir algo a cambio de nuestra seguridad. No especulemos… pensemos en el alumbrado público. Al pasar por las páginas de esta novela, dividida en ocho apartados y con un final alternativo, perteneciente a la macroestructura de Garabato, enseguida evoqué (aquí solo habla Fabiola) aquel día de noviembre, el mensaje que portaba el cuerpo más allá de la muerte y la zozobra provocada tras el hallazgo de la parte cercenada. Así como esta noticia, rondan en nuestros recuerdos –retomamos la coautoría– muchas otras que, aunque no presenciamos o no nos involucraron directamente, colmaron de miedo nuestras calles. El costo ha sido caro, queriditos.

175 Puente rotario.jpg

Fabiola Mendoza Muñiz y Carlos Urani Montiel

narrativasiglo XXI
Leer más
  • Publicado en Av. Gómez Morín, Av. Tecnológico, Muerte, Narcotráfico
No Comments

Esto es Juárez, amigo

viernes, 22 febrero 2019 por juaritosliterario

“Después de todo otra persona había sido ejecutada en Ciudad Juárez”. Todos los que vivimos aquí tenemos un conocido o un familiar que estuvo en contacto con los estragos sufridos tras la ola de violencia que azotó a nuestra ciudad hace apenas unos cuantos años. Israel Terrón Holtzeimer conoce muy bien esta situación y decidió reflejarla en su primera novela Artemisa café, la cual fue publicada en 2012 por el Fondo Editorial Tierra Adentro. El autor egresó de la carrera de psicología en la UACJ; es músico, fotógrafo y dibujante de cómics. La historia se desarrolla en dos escenarios: la Ciudad de México y la frontera. El país está de cabeza tras el surgimiento de un grupo terrorista denominado Los Leopardos, que tiene como líder a una tal Artemisa. A pesar de que se mantienen activos a través de las redes sociales, enviando mensajes tanto a seguidores como a detractores, nadie tiene claro quiénes son. La identidad de Artemisa se mantiene oculta; sin embargo, el objetivo es claro: acabar con la corrupción política y la impunidad de las autoridades mexicanas a través de asesinatos y atentados a determinados puntos estratégicos. Paralelo a esto, la novela cuenta la historia de Federico Rascón y Diana, un policía federal y una adicta a la heroína, quienes llevan una vida desordenada bajo el lema: “El dolor lo justifica todo”.

168 Terron - Artemisa Cafe.jpg

Lee aquí la novela

Hace algunos años, caminar por las calles de Ciudad Juárez causaba a sus habitantes una gran incertidumbre. Con el alto índice de asesinatos, secuestros y asaltos a mano armada, resultaba complicado moverse por la ciudad. Muchos preferían quedarse en casa. Los enfrentamientos entre bandas delictivas y la policía afectaban colateralmente a personas inocentes. La urbe se hallaba en profunda crisis. Artemisa Café representa e ilustra este tema de una manera cruda y directa. Distingo tres espacios en donde se desarrolla la acción referente a la frontera: una pizzería, la avenida Tecnológico y el aeropuerto. Federico dice que la pizzería tiene un nombre formado por tres palabras que parece trabalenguas, por lo que creo que se refiere a Peter Piper Pizza. En este espacio ocurre una balacera que acaba con la vida de tres agentes federales que acompañaban al protagonista, mientras él se había regresado al local a dejar propina a la chica del otro lado del mostrador; “nunca había visto unos ojos tan lindos en toda mi vida”. Fuera de la ficción, esto aún ocurre en nuestra ciudad (incluso recientemente). Los enfrentamientos se dan en espacios públicos, familiares, a plena luz del día, lo que ha provocado que algunas personas se hayan desensibilizado al punto de verlo como algo normal… otro muerto más. “Esto es Juárez, amigo”, como se titula el capítulo cinco. El otro espacio, la avenida Tecnológico, es una de las arterias más concurridas, ya que conecta de norte a sur varios puntos de la ciudad. Es probable que Israel Terrón haya ubicado las acciones sobre estas coordenadas para reflejar el poco miedo de los grupos delictivos ante las autoridades y cómo la ciudadanía convive con estas situaciones de manera cotidiana.

168 Pepe Rutera quemada (2).jpg

Crédito de fotografía: José Luis González Palacios

 

Cuando los espacios literarios son descritos por un autor que convive y se siente identificado con ellos, logra transmitir a sus lectores sensaciones que persiguen el consenso. Al leer Artemisa Café es inevitable la empatía, no solo respecto al contexto social, sino a los espacios y la manera en que los habitamos. Es frecuente en Juárez encontrar calles que en algún punto cambian de nombre. El agente Aura, por ejemplo, le pregunta a Federico si “Montes Urales era la misma calle que Avenida Jilotepec”. Otro de los elementos que podemos identificar en nuestra ciudad es la pinta de mensajes o imágenes en los cerros, como en algún momento lo fue Benito Juárez o la famosísima frase: “La biblia es la verdad, léela”. También resulta común escuchar hablar sobre los proyectos que el Gobierno Municipal echa a andar, como el Camino Real, para pronto abandonarlos, o el transporte semimasivo que, al final, sí recorre la ciudad, con visos de extender sus rutas. Todos estos espacios nos dan identidad ciudadana; al identificarlos en alguna obra literaria los sentimos un poco más nuestros.

[wpvideo FIRs8TkT]

  Daniel Malaquías

narrativasiglo XXI
Leer más
  • Publicado en Av. Tecnológico, Camino Real, Ciudad, Muerte, Narcotráfico
No Comments

Juaritos Literario 2021

SUBIR